domingo, 13 de marzo de 2016

Apágate, mujer

La vista arriba y las palabras bajas.
La falda larga y las ideas cortas.
La réplica muda y la mirada ruidosa.
Apágate mujer, que el escándalo se ilumina.

Y olvida quien eres, olvida que eres
olvida que puedes reinventarte siempre
que las cosas ya van bien, apágate mujer.

Tápate con una venda blanca la inteligencia,
casta, pura y modesta
acalla tu ironía y tu soberbia nueva
que la vida ya es muy dura, para querer ser humana.

Envuélvete en cultura vieja
en tradición orgullosa
de trabajos de buena esposa
y madre de amabilidad ciega.

Y olvida quien quisiste ser,
olvida tan solo que puedes,
que las cosas ya van bien,
apágate mujer.

Rézale a la sociedad buena
como las niñas aplicadas
que todo está mejor que ayer
en el mundo fácil de la mujer.

Apágate mujer, que tu fuego arde
quemando los bordes de tu pesada falda
dejando ver que eres persona
pecado capital que la sociedad no perdona.

Te deseo ser antorcha
con llamas de dicha honrosa
que quemen las ideas antiguas
de una sociedad temerosa.

El poder que te otorga el fuego
de una mente de ideas hermosas
de sueños de igualdad y fuerza
que acaban con la inquietud y el miedo.

Enciende tu llama, mujer,
enciendete de toda posible manera
que ya empezó el festival inmoral
y la sociedad buena arde entera.

Enciende tu fuego, mujer
que las llamas iluminen tu silueta
que la revolución va a llegar
en un ardiente incendio violeta.



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