lunes, 18 de abril de 2016
La caza
Dos miradas que convergen en un punto olvidado tres cuartas partes por arriba de lo que debiera haber sido. Somos nosotros, por una vez, el nosotros que nos separa de ser ellos. Separados por un hueco olvidado de teclas rotas de ascensor y luces fluorescentes parpadeantes. Nosotros. En el punto en el que nos encontramos solo puedo pensar en que mejor huyamos. Ahora que solo somos dos extraños. Hagámoslo, antes de que los sentimientos eternos salgan de caza.
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